Prof. Gonzalo Carrillo Vivas
El recuerdo del Embajador Gilberto Bosques Saldívar nos reúne en su tierra natal, donde vio por primera vez la luz el día 20 de julio de 1892; falleció en la ciudad de México el 4 de julio de 1995.
Destacó nuestro personaje en la docencia, en los reportes periodísticos, en la inspirada poesía, en las filas revolucionarias, en la intervención diplomática y en el parlamento político, conocía el liberalismo y lo practicaba.
Formó parte de la XXIII Legislatura de Puebla en 1917, como Diputado del municipio de Puebla. Cumplió los reclamos del pueblo como legislador, llegó con entera convicción, junto con los demás diputados hizo el primer juramento de la Constitución Política del estado de Puebla el 8 de septiembre de 1917.
Como cuestión de honor dieron bases jurídicas a la organización social, derechos al pueblo trabajador y explotado.
En los muros del Salón de Sesiones del H. Congreso del Estado de Puebla está escrito con letras de oro: Gilberto Bosques Saldívar.
Llegó a Vichy, Francia, como cónsul de México, en enero de 1939, en los albores de la sombría Segunda Guerra Mundial, atendió los Servicios de Emigración de los Republicanos Españoles -SERE-. A la Asociación de Organismos de Ayuda de Emigración de Hebrero –HICEN- en la que se incluían también ingleses, franceses, americanos y alemanes, a todos tendió la mano franca y fraterna.
El Cónsul chiauteco auxilió a estos grupos, y a cuantas personas huían perseguidas, les proporcionó refugio en los castillos de Mon Gran y la Reynarde, ubicados en Marsella, Francia, documentó a muchos, logró garantías para los asilados. El presidente Cárdenas le concedió amplitud de acción.
La política exterior de México se significó por su alta calidad moral, en la que Bosques contribuyó solidarizándose con los grupos agredidos o sometidos por las potencias totalitarias del Eje Berlín-Roma-Tokio que transgredía las fronteras.
Con discreta pericia fue el defensor denodado de la justicia, dio preeminencia a un derecho internacional por encima de los poderes de las naciones, con el fin de garantizar los derechos del individuo.
Los pasaportes que expidió la Embajada de Vichy se localizaron en los archivos de México, de España y de Francia, en los años de 1939 y 1940.
Se presentían los horrores de la guerra con cuadro lúgubre y espantosas escenas. El 24 de mayo, el barco Sinaí desembarcó mil 939 personas en Veracruz. El 7 de julio, el barco Ipanema desembarcó mil personas en Veracruz. El 10 de julio, el barco Mexique desembarcó 2 mil personas en Tampico.
Con furor se desata la guerra en septiembre de 1939.
En tiempos borrascosos, los hechos no aparecen como son, la prensa, la opinión pública, les dan el colorido a su manera. El éxodo continúa. El 20 de julio de 1940, el barco Cuba desembarca 555 personas en Coatzacoalcos; en agosto de 1940, el barco Quanza desembarca 126 personas en Veracruz.
Manuel Ávila Camacho topa posesión de la Presidencia de la República Mexicana en septiembre de 1940.
Los submarinos nazis torpedean los navíos petroleros mexicanos Potrero del Llano y el Faja de Oro el 14 de mayo de 1942; el presidente Camacho declara estado de guerra al Eje, el día 20. El Cónsul Bosques le había sugerido romper relaciones diplomáticas con Francia, porque el acuerdo franco-mexicano, firmado el 20 de agosto de 1940, sobre la protección de refugiados, el mariscal Philippe Petain, actual gobernante de Francia, no lo dio a conocer a los alemanes, motivo por el cual hostilizan a las embajadas de México; asaltaron el castilo de la Reynalde, el 7 de diciembre de 1941.
Las crueldades inauditas se presentaban todos los días. En julio y agosto de 1942, detienen en Francia a 17 mil judíos, espantosa redada, los entregaron a los alemanes y los confinaron en guetos. Con este tema se filmó un documental titulado El Holocausto, donde se mencionó la humanística y dramática intervención salvadora del chiauteco Bosques.
Continúan los atentados y ataques, el 12 de noviembre de 1942, asaltan los nazis la Legación de Vichy, donde se habían instalado las embajadas perseguidas de Cuba, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y Santo Domingo. Y los consulados mexicanos de España, Noruega y Bélgica, que junto con los miembros de la Embajada de Vichy sumaban 46 personas recluidas.
Bosques pidió al Capitán Niggerman que le firmara el recibo por los bienes decomisados, valuados en 6 millones 180 mil 257.50 francos; lo fusiló un pelotón alemán por haber firmado el documento.
Trasladan a los prisioneros de Vichy a Amelie-les-Bain, los pasan a Mont Dore el 25 de enero de 1943; los pasan a Bad Godesberg en marzo, cerca de Bonn, los recluyeron en el Rheinhotel Dreesen hasta marzo de 1944; vivieron en este tiempo entre amenazas e intimidaciones.
Estados Unidos tramitó la extradición de las embajadas prisioneras, en el barco sueco Gripsholm navegaron hacia América. Bosques informó al presidente Roosevelt sobre preguntas concretas, concluidos los cumplidos diplomáticos, la embajada mexicana es traslada a México, llegaron a la estación Buenavista el 29 de marzo de 1944, los esperaba una entusiasta multitud. Un maravilloso espectáculo que voz en cuello gritaba: ¡Bosques, Bosques, México, México!
Rindió informe al General Ávila Camacho, presidente de México, no hubo queja.
La vida de la inmensa personalidad de Bosques, es un testimonio interminable y pleno de episodios de su elevado linaje chiauteco. Se conoce su grandeza por sus escritos, por sus acciones, es un modelo qué imitar, un estímulo para obrar bien, digno de admiración, no traspuso los límites del derecho, alzando muy en alto el Pabellón Mexicano.
Publicado con autorización de la revista Bulevar (https://bulevarrevista.blogspot.com).