Columna de Opinión
La inmigración resulta ser un tema recurrente en cada elección de los Estados Unidos, propuestas y políticas de todo tipo son lanzadas a la ciudadanía del país de las barras y las estrellas, tanto del lado republicano como del demócrata, algunas radicales, otras conciliadoras y muchas de ellas sin pies ni cabeza, con el único objetivo de ganar más votos o posicionamiento político rumbo a los siguientes comicios.
En la próxima elección que tendrá lugar el martes 5 de noviembre de 2024 en el país vecino, la historia no es diferente, ahí tenemos a los dos candidatos de los dos principales partidos políticos enfrentados.
Uno, surgido del escándalo, la farándula y los shows mediáticos, personaje que nadie creía capaz de llegar a la silla presidencial, ubicada en el 1600 de la avenida Pensilvania en Washington, DC, pero que ahora compite por su segundo mandato.
La otra, consecuencia del accidentado paso de su más que sexagenario predecesor y actual presidente de los Estados Unidos, candidata que en su pasado ya había competido en el proceso interno de su partido, para representar a los demócratas en una elección, y de este modo convertirse en la primera mujer en gobernar a la primera potencia militar y hasta ahora económica del mundo, los Estados Unidos de Norte América.
Pero ustedes se han de preguntar, ¿y todo esto qué tiene que ver con la migración?, y aquí es donde se pone interesante la columna de hoy, puesto que ambos candidatos descienden de familias migrantes, y aunque se dé mil golpes de pecho nuestro querido amigo “naranja” (Donald Trump), se diga el americano más americano, comprometido con ‘’Hacer a América Grande de Nuevo’’, y que ahora refiera que los migrantes mexicanos en su mayoría son violadores, criminales o asesinos, en algún momento a su familia le tocó ser migrante y probar suerte en la Unión Americana.
Pero seamos todos unos caballeros e iniciemos con Kamala Harris, que desciende de una familia con raíces de la india y jamaiquinas; así es señoras y señores, como usted lo está leyendo, la posible primera mujer en gobernar los Estados Unidos cuenta con una ascendencia fuertemente migrante y que algunos podrían llegar a considerar hasta latina, no precisamente mexicana, pero algo es algo. Dijera Chico Che jr. ¿Dónde te agarro el temblor? Mi querido Donald, cuando te enteraste que competirías por la Casa Blanca con una mujer descendiente de migrantes.
Pero no todo es miel sobre hojuelas, puesto que, durante su gestión como fiscal en los Estados Unidos, Harris fue señalada supuestamente de ignorar los casos de brutalidad policial en contra de ciudadanos afroamericanos, problemática con consecuencias mortales tanto para la población afro como latina en los vecindarios estadounidenses. ¿Policías racistas? No para nada, eso jamás pasaría en el mejor país del mundo, ¿Verdad Kamala?
En la actualidad, Harris propone para el tema de migración fortalecer las medidas de seguridad alrededor de la frontera con México, y recordó su pasado como fiscal, así como su lucha contra organizaciones criminales en la pasada convención demócrata; “Perseguí a las bandas transnacionales, a los cárteles de la droga y a los traficantes de personas. Los procesé, caso por caso, y gané”, puntualizó.
Pero la coerción no es la única solución que la candidata demócrata plantea, puesto que también aludió la posibilidad de reformas que brinden “una vía ganada a la ciudadanía”, para todos aquellos residentes que se encuentren de manera ilegal en los Estados Unidos.
Ahora, una vez terminado el breve resumen de la señora kamala, pasemos a analizar los orígenes y políticas del “amigo” de todos los mexicanos (nótese el sarcasmo).
Más americano que el mismísimo tío Sam o Ronald McDonald, nuestro amantísimo Donald Trump, pues como ya se los había mencionado, el personaje más intolerante de la campaña presidencial gringa, también cuenta con raíces migrantes, de origen alemán; y con un boleto de tercera clase, Friedrich Trump a la edad de 16 años, llegó a los embarcaderos de Nueva York, tras un largo viaje en un espacio común, donde los pasajeros vomitaban y hacían sus necesidades a la vista de todos.
Carente de oportunidades económicas en su país de origen, Friedrich emigró a los Estados Unidos después de una fracasada carrera como barbero; la necesidad de sacar adelante a su familia lo obligó a atravesar el océano en búsqueda del nuevo mundo. Me pregunto, ¿con que apelativo llamaría Donald a su sangre, al ver esta situación? En esta aventura daría inicio la hoy multimillonaria dinastía Trump, y como ya era de esperarse, de genética americana en este orgulloso hombre blanco, hay muy poca.
Actualmente, Donald se ha enfocado en atacar continuamente a los migrantes latinos que cruzan la frontera con los Estados Unidos en búsqueda de mejores oportunidades laborales; ha llegado incluso a plantear que de regresar al poder, organizaría redadas masivas para identificar a personas que vivan de forma ilegal en el país americano, y para esto haría uso tanto de policías locales, así como de elementos de la guardia nacional extraídos de estados gobernados por los republicanos; pero no solo los latinos estamos en su radar, puesto que también piensa negar el acceso a personas de países con mayoría musulmana.
Como lo hemos podido observar, más allá de la pompa y luces de las campañas estadounidenses, se encuentran dos candidatos opuestos en personalidad, pero con propuestas no tan diferentes, ambos dispuestos a hacer de todo para frenar a los miles de migrantes que llegan a la frontera de México y los Estados Unidos.
Ustedes, ¿a quién prefieren?, ¿Demócratas con sus políticas de deportación discretas, o Republicanos con su extremismo y radicalidad? En fin, no queda nada más que orar por el bienestar de nuestros paisanos, hasta que llegue un gobierno que los reconozca no como un problema, sino como el gran motor de la Unión Americana.
Mi nombre es Omar Escamilla, y esto fue: ‘’Lo que no te cuentan’’. Nos leemos pronto.