Estados unidos era uno de los países que parecía estar saliendo de la pandemia provocada por el Covid-19, en algunas ciudades ya no era obligatorio el uso del cubrebocas e inclusive varias actividades como concierto y partidos deportivos estaban en una aparente normalidad, pero el virus volvió a atacar de una manera potente.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) han reportado que más del 98% de los ciudadanos de Estados Unidos vive en una zona en la que existe un riesgo “alto” o “importante” de transmisión comunitaria de covid-19, frente al 19% de los residentes de hace solo un mes.
La variante Delta ha sido uno de los grandes factores por los cual el virus volvió crecer en el país, aunado a que es muy contagiosa está el problema de la poca tasa de vacunación de sus habitantes, que a pesar de contar con el acceso a la vacuna se niegan a ser inoculados.
Los números mostrados por la CDC son alarmantes, en ellos se puede ver el avanzado aumento de comunidades consideradas en alto riesgo de trasmisión colectivas del virus.
Tan sólo el lunes, 2.361 condados de Estados Unidos figuraban en el nivel “alto”, lo que supone un aumento considerable con respecto a los 457 condados que figuraban en el mismo nivel a principios de julio. Aumentando de una manera veloz en tan sólo cinco días.
Las vacunas son la herramienta más eficaz para combatir la propagación de la variante delta, según los datos disponibles, con estudios que indican que las tres vacunas disponibles en EE.UU. habitualmente son capaces de prevenir la enfermedad grave o la muerte por covid-19.
Las vacunas son la herramienta más eficaz para combatir el virus y el país norteamericano es una de las entidades con mayor accesibilidad a estas, el problema esta en que gran parte de sus habitantes se ha negado a ponérsela, por lo cual varios mandatarios han optado por poner medidas aun más extremas como hacer de la vacunación una obligación y no algo opcional.