Abraham Onofre / Chiautla de Tapia, Pue.
El 1 de febrero fueron encontrados sin vida y con señales de tortura los cuerpos de dos hombres, en la cantera de la junta auxiliar Tlancualpican, en Chiautla de Tapia. La presunta causa de muerte sería por impactos de proyectiles de arma de fuego.
Los occisos, padre e hijo, pertenecían a Axochiapan, Morelos, y fueron «plagiados» en Tulcingo, Hidalgo. Se trataba de Vidal C., de 56 años, y UrieL C., de 22. Testigos del secuestro afirman que ambos hombres fueron subidos en contra de su voluntad por personas armadas.
El 31 de enero, padre e hijo salieron a trabajar, como lo hacían habitualmente, realizando un trabajo de pintura. Con el transcurso de las horas, la familia notó que algo no estaba bien, pues llegó la noche y no tenían noticias de ellos. Los familiares intentaron localizarlos llamando a sus teléfonos, pero ninguno contestó.
No fue hasta el 1 de febrero cuando se encontraron los cuerpos en el lugar ya mencionado. A la familia se les informó inicialmente que había ocurrido un accidente, pero al llegar al sitio, las autoridades les informaron que sus familiares habían sido baleados.
El levantamiento de los cuerpos fue realizado por un grupo de agentes de la Coordinación General de Homicidios Dolosos de Chiautla de Tapia, Puebla. Los cuerpos fueron trasladados al SEMEFO de Chiautla de Tapia.