** Aunque las causas son internacionales, hay factores que afectan más a México **
Nicolás Dávila Peralta / Ciudad de México.
La elevación en los precios de productos agropecuarios, los alimentos y los energéticos, han mostrado el encarecimiento de la vida en México, con un índice inflacionario de 7.5 por ciento en la primera quincena de noviembre, el más alto en los últimos 20 años.
El encarecimiento afecta considerablemente el gasto familiar con la elevación de precios de productos de primera necesidad; el jitomate ha rebasado los 35 pesos por kilo, el chile serrano pasa de 80 pesos el kilo y así, otros productos han duplicado su valor en los centros de abasto.
Esta situación fue reconocida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien explicó que esta situación es pasajera y fruto de la situación mundial que se vive a causa de la pandemia de coronavirus.
Entrevistado en un programa radiofónico de la capital del país, el economista Jorge Suárez Vélez coincidió con el mandatario en cuanto a que este fenómeno inflacionario es mundial; sin embargo, consideró que México lo vive en circunstancias especiales.
El economista, con una trayectoria internacional como asesor, dijo que la situación inflacionaria que se vive en México y el resto del mundo, tiene que ver con dos factores originados por la pandemia que vive la humanidad.
El primero de ellos se debe, indicó, a que, debido a la reclusión provocada por la pandemia, la gente dejó de demandar servicios y empezó a demandar cosas, y de repente, “eso provocó cuellos de botella importantes para abastecerse”.
Así mismo, “presentó cuellos de botella que tienen que ver con cadenas de valor; por ejemplo, la gente empezó a demandar computadoras, tabletas, teléfonos inteligentes y subió la demanda de chips”, lo cual afectó a la industria automotriz que también demanda chips. “Esto lleva a que todos estos productos se encarezcan frente a la escasez, y básicamente lo que estamos viendo es una demanda que se recupera más rápido que la oferta”.
Suárez Vélez advirtió que en lo que la oferta se recupera, continuará el incremento de precios que, si bien no será permanente, sí daña la economía, puesto que seguirá la inflación por lo menos hasta la mitad de 2022, lo cual afectará a la recuperación económica.
Los efectos en México
El especialista señaló varios factores que han contribuido a que la crisis inflacionaria en México tenga sus propias características.
En el aspecto positivo, se ha mantenido una buena política fiscal, y el Banco de México, por su autonomía, ha sido un contrapeso importante, es el banco central que tiene la mejor reputación.
Sin embargo, el economista puntualiza que, con la pandemia, en México hubo cierres de negocios, lo que provocó desempleo y generó que el crecimiento económico fuera más moderado.
Frente a esta crisis, el Banco de México ha elevado las tasas de interés hasta ubicarla en 5%, una reacción esperada frente a la inflación.
Sin embargo, la nominación de Victoria Rodríguez Teja, para presidir la Junta de Gobierno del Banco de México, no ha dado buenas señales para la economía del país y el mercado de divisas. La candidata “se percibe como más amigable con López Obrador” y esto podría afectar la autonomía del banco central.
El peso ha perdido valor frente al dólar; el jueves pasado cerró a 21.55 pesos por dólar, y la Bolsa de Valores ha perdido puntos.
Será necesario que se equilibre la balanza entre la oferta y la demanda de productos, para que en 2022 retroceda el proceso inflacionario que vive el país.