Nicolás Dávila Peralta / Punto de Vista
Heredero de otras sociedades secretas cobijadas por sectores ultraconservadores del catolicismo del siglo XX, nació en Puebla, en 1953, la Organización Nacional del Yunque, inspirada y asesorada por los líderes de Los Tecos, otra organización secreta creada en Guadalajara en los años 30, para enfrentar la educación socialista establecida en el gobierno de Lázaro Cárdenas.
Su espacio de combate fue la entonces Universidad de Puebla, pero nueve años después de su fundación estableció contacto con organizaciones similares de la España franquista. Poco a poco, el Yunque fue cooptando simpatizantes jóvenes y para la década de los noventa del siglo XX tenía ya varios grupos que han servido de fachada al Yunque y que le han permitido influir en la política española.
Entre estas organizaciones se encuentran: Hazte Oír, Derecho a vivir, Fundación Disenso, Jóvenes con Francisco y otras más que la prensa española ha sacado a la luz. De ahí ha salido el partido político Vox, cuyos dirigentes se reunieron en México con legisladores y funcionarios del Partido Acción Nacional y algunos del PRI y el PRD, para invitarlos a firmar la Carta Madrid, un documento en el que el Yunque a través de Vox llama a combatir el comunismo en lo que ellos llaman iberosfera”.
La otra España de Vox, del Yunque y ahora del PAN es lo que encierra el término “iberosfera”, concepto que está en sintonía con un principio ideológico del Yunque y de Vox: ver a España como la “Madre Patria” que estableció un Estado católico, gracias a la acción del caudillo Francisco Franco, modelo del proyecto del Yunque.
De acuerdo con esta concepción ideológica, América Latina sigue siendo parte del imperio español, es zona ibérica, es una iberosfera; para el Yunque, para Vox y ahora para los panistas que firmaron la Carta Madrid, Latinoamérica es “la otra España”.
La Carta Madrid, redactada por Vox hace un llamado a defender las libertades en la iberosfera, “la otra España” a la que hay que salvar del comunismo, no solo representado por Cuba, sino también por Venezuela, Bolivia y otros países en los que está penetrando “con la finalidad de desestabilizar las democracias liberales y el Estado de Derecho”, según dice la carta publicada en octubre de 2020 y signada entonces por siete mexicanos: Alejandra Noemí Reynoso Sánchez, Senadora por el PAN; Carlos Leal, Diputado Local del Estado de Nuevo León; Fernando Doval, Secretario de Estudios y Análisis Estratégicos del PAN; Eduardo Verástegui, asesor de la Iniciativa para la Prosperidad Hispana, en el gobierno de Trump; Elsa Méndez Álvarez, Diputada Local del Estado de Querétaro; Mario Romo, presidente de Red Familia y Pablo Adame, ex diputado Federal y fundador de Nada nos Detiene A.C.
La presencia del dirigente de Vox en México, a invitación de militantes del PAN fue precisamente para lograr que otros legisladores, en especial senadores, se adhirieran a esta carta para salvar a “la otra España” de las garras del comunismo.
Al llamado del Yunque-Vox acudieron 13 senadores que sin pudor se tomaron la foto con el dirigente del partido ultra conservador español, hijo del Yunque, todos convocados por el líder de la bancada panista Julem Rementería.
Ahí estuvieron listos para firmar el llamado a combatir el comunismo, Lily Téllez, quien llegó al Senado bajo la bandera de Morena y luego saltó al PAN; Alejandra Reynoso, vinculada con el Yunque, firmante de la carta desde 2020 y abanderada de las demandas de medicinas contra el cáncer; Víctor Fuentes, legislador por Nuevo León; Marco Gama, de San Luis Potosí; Mayuli Latifa Martínez, de Quintana Roo; Indira Rosales, de Veracruz; Minerva Hernández Ramos, de Tlaxcala; Guadalupe Murguía, de Querétaro; Guadalupe Saldaña, de Baja California Sur; Elizabeth Núñez, de Nayarit; así como los poblanos Nadia Navarro Acevedo y Roberto Moya Clemente, senador suplente de Rafael Moreno Valle Rosas.
La presencia de estos panistas en la reunión con el líder de Vox revela hasta dónde ha llegado la penetración del Yunque en las filas del Partido Acción Nacional, hasta transformarlo en un instrumento de la extrema derecha a nivel internacional, tal como lo mostraron las revelaciones de Wikileaks (Contralínea. 23-08-2021).
Sin embargo, la estrategia del Yunque, de Vox y ahora de este grupo de panistas se basa en resucitar a un muerto: el anticomunismo que le permitió al Yunque tener un papel protagónico en la política y la religión durante la época de la Guerra Fría. Hoy, sin embargo, los pueblos de América Latina buscan sacudirse el yugo del neoliberalismo.
El Yunque, Vox, los panistas firmantes y muchos más de la derecha mexicana y española, como dice el refrán popular, “nos quieren espantar con el petate del muerto”.