Una de las nuevas misiones de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) es iniciar un bombardeo contra la sequía que azota a del país, este bombardeo va dirigido a las nubes con la intención de hacerlas llover.
Se trata del programa de estimulación de lluvias que fue implementado por la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), el cual busca abatir fenómenos naturales como la sequía, que, desde julio de 2020, según la Comisión Nacional del Agua (Conagua), se ha extendiendo y profundizando en el país.
La misión podría parecer simple, pero realizarlo implica un alto riesgo, pues implica volar una aeronave, rodear una nube y esparcirle yoduro de plata, un compuesto habitualmente utilizado en la fotografía o como antiséptico y que, junto con una solución de acetona, estimulan la precipitación, incrementando la probabilidad de lluvia hasta en un 15 por ciento, lo que representa un beneficio, principalmente para agricultores y ganaderos.
Según lo que explica el capitán segundo piloto aviador, Guadalupe Rojas; “Cuando llegamos al área, hacemos un reconocimiento previo antes de empezar la estimulación, se verifica el tipo de nubes, y una vez que se garantiza la seguridad, tomamos un punto de entrada al área y entramos por debajo de la nube, buscamos las corrientes ascendentes y se esparce el químico”
El químico, elaborado por la Secretaría de Agricultura, viaja en un tanque de aluminio a 5 mil metros dentro de una aeronave Kingair 350i, y ya fue probado en marzo pasado en el Valle de San Quintín, Baja California, y más tarde en Nuevo León y Coahuila, para frenar los incendios derivados de la sequía.
Francisco Ramírez, Teniente Coronel jefe de Meteorología de la Fuerza Aérea Mexicana, explica “Siempre necesitamos que las condiciones meteorológicas sean adecuadas, en el caso de Nuevo León, había un incendio y ayudó un frente frío, se aprovecharon las condiciones y funcionó”
El proyecto continuará en Sinaloa, Chihuahua y Sonora, donde la Fuerza Aérea y la Secretaría de Agricultura continuarán con una nueva etapa de la investigación.