“A mí me abusaron en un centro de detención en Texas”, contó a EL UNIVERSAL Rosa, hondureña que prefiere no revelar su verdadero nombre porque es indocumentada. También contó que cuando cruzo tenia 16 años actualmente tiene 26.
Su caso se suma al de miles de inmigrantes que han sufrido tocamientos y violaciones en esos lugares. No es una práctica nueva. De acuerdo con la Organización de Iniciativas Comunitarias para los Migrantes en Confinamiento (CIVIC), entre enero de 2010 y junio de 2016 se registraron más de 36 mil quejas contra oficiales federales por daños físicos y acoso sexual.
“Una noche sentí que alguien me estaba tocando, me desperté y era el guardia acariciando mis pechos… No quería decir nada porque tenía miedo… Sucedió como tres o cuatro veces más”, dijo Rosa, quien hoy vive con su padre en Florida y lucha por legalizar su situación.
Este es uno de los muchos reportes de abusos sexuales contra inmigrantes detenidos en EU,que han sido presentados por instituciones de mucho prestigio como CIVIC,etc.