A cuatro meses y medio de la elección del uno de julio parece ya anticiparse un resultado, simplemente mirando lo que es Puebla, los partidos, los políticos, los gobiernos, su gente.
Veamos primero cómo el Partido Acción Nacional ya le tomó la medida a Puebla. Desde que el PRI con López Zavala como candidato perdió la elección, se vino abajo, vino la segunda elección con Blanca Alcalá como candidata y volvió a perder, ahora viene la tercera y aunque el PRI tiene buen candidato con el doctor Enrique Doger, no se sabe si podrá por fin cortar el maleficio.
En el PRI el problema no está en el candidato sino en sus dirigentes, en los grupos que lo controlan, el PRI no ha querido fortalecerse, modernizarse, democratizarse, sigue aplicando los viejos estilos para tomar decisiones, todo se decide arriba, desde las cúpulas, siguen los dedazos y las imposiciones.
El PRI se ha desprestigiado, de nada le han servido las derrotas para corregir las fallas, sigue haciendo lo mismo, fue un buen partido, gobernó Puebla y el país casi 80 años, quizás es el partido que más tiempo ha gobernado en el mundo, pero envejeció y no quiere rejuvenecer.
Del PRI se fueron muchos, algunos muy buenos políticos que nunca les dieron la oportunidad de involucrarse en la toma de decisiones.
No es que Acción Nacional sea mejor, al contrario, lo que pasa es que la gente ya no quiere PRI, ya no, hoy con el nuevo y fuerte candidato a lo mejor decide cambiar de opinión.
Para que el PRI recupere el estado necesita más de un millón de votos, y no los logra. Blanca Alcalá no pasó de 650 mil más o menos, en esa elección el actual gobernador sacó más de 900 mil, la diferencia fue alta, muy alta.
Se dice que el PRI tiene estructura en los 217 municipios del estado, que tiene incluso comités por colonia y comunidad, pero eso no le representa votos suficientes.
Además, curiosamente, hoy en esta elección el partido va solo, el PAN y Morena van en coalición, parece que el PRI, o más bien sus dirigentes, así lo decidieron para que pierda, para entregar la plaza, que casualidad que el Verde, su tradicional aliado, también va solo, parece que quiere perder su registro si no logra el 3 por ciento de la votación.
No la tiene fácil el PRI y aunque se comente que esta es una elección negociada a nivel central, lo cierto es que auque no lo fuera de todas formas el PAN tendría mayores posibilidades de triunfo, no porque sea mejor si no por el rechazo al priismo.
Sin embargo, esto es solo comentario, podría suceder todo lo contrario, lo que representaría el resurgimiento del PRI.
Respecto a Morena y su candidato pues sólo los poblanos saben lo que van a decidir, hasta hoy el candidato nada ha dicho que convenza, que haga sentir y pensar a la gente que es mejor, que tiene cosas buenas y que se le debe tomar en cuenta.
Morena también necesita más de un millón de votos para ganar, el partido aún no tiene representación en cada uno de los municipios, el tiempo es corto para que lo logre, ni siquiera se sabe si tiene capacidad para cuidar cada una de las casillas.
En fin, todo parece indicar que el PAN repetirá en la elección de julio y que por primera vez Puebla tendrá una gobernadora.
Sin embargo, todos es suposición, comentario, la verdad la tienen los ciudadanos que el uno de julio vayan a votar, si ellos lo deciden pueden romper todos los pronósticos.