Por: Nicolas Dávila Peralta
Las declaraciones de Diego Fernández de Cevallos en la toma de posesión del gobernador Antonio Gali Fayad no tienen desperdicio. Después de resaltar la gestión de mandatario saliente Rafael Moreno Valle Rosas, declaró a la prensa que éste sería un buen candidato del Partido Acción Nacional a la Presidencia de la República.
Diego Fernández de Cevallos, el “Jefe Diego”, es uno de los panistas que tomaron el timón del partido blanquiazul para hacerlo girar hacia la derecha en apoyo a la política neoliberal de Carlos Salinas de Gortari, además de abrirle las puertas del partido a organizaciones de ultraderecha, abiertas como Desarrollo Humano Integral y Acción Ciudadana (DHIAC) y la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), o secretas como el Yunque.
Siempre ha sido un político controvertido por sus declaraciones y por sus acciones.
Él aprobó la quema de boletas de la controvertida elección presidencial de 1988, donde se declaró el triunfo para Carlos Salinas, y en 1994 de manera inexplicable bajó la intensidad de su campaña para Presidente de la República, abriéndole así el camino a Ernesto Zedillo Ponce de León.
Desde el Comité Nacional del PAN contribuyó a la expulsión del partido de panistas tradicionales que no apoyaban la entrada de ultraderechistas a esa institución política.
Notable fue su secuestro en 2010, tanto porque se trataba de un personaje relevante en el partido entonces en el gobierno, como por su inesperada liberación que dejó muda a la Procuraduría General de la República y a la Secretaría de Seguridad federal, que nada supieron de la negociación que logro su liberación, misma que fue anunciada por Televisa.
El miércoles pasado, volvió a aparecer en la rendición de protesta del nuevo gobernador y ahí se declaró partidario de Rafael Moreno Valle Rosas para lograr la candidatura panista a la Presidencia de la República.
Sus palabras fueron interpretadas como una declaración de que su candidato es el gobernador saliente, y no es el apoyo de cualquier otro panista, es el apoyo del “Jefe Diego”, un político que controla a un sector del panismo, fuerte, capaz de influir en las decisiones de los militantes blanquiazules en un momento en que, por un lado, hace campaña Margarita Zavala Gómez del Campo, esposa del expresidente Felipe Calderón, y por otro se han filtrado presuntos acuerdos entre Enrique Peña Nieto y Ricardo Anaya Cortés, presidente nacional del PAN, para impulsar a éste como candidato panista para 2018.
Así pues, una vez concluido su periodo de gobierno en Puebla, Rafael Moreno Valle Rosas entrará de lleno a promover su candidatura a la Presidencia de la República con dos aspirantes igual de fuertes: Margarita Zavala y Ricardo Anaya, lo cual anuncia ya una contienda fuerte entre los tres aspirantes panistas que en el contexto de la devaluación constante del gobierno priista de Enrique Peña Nieto y de su partido, le da al blaquiazul perspectivas muy favorables para regresar a gobernar al país.
El PAN, por tanto, es el primer partido que define claramente a sus contendientes en la justa interna, lo que da ya una ventaja frente a sus contendientes de otros partidos, a excepción del Movimiento de Renovación Nacional (Morena) cuyo candidato es, desde siempre, Andrés Manuel López Obrador.
Sin la intención de calificar la calidad política y humana de los tres aspirantes, habrá que estar pendientes del rumbo que tome el apoyo del “Jefe Diego” al exgobernador de Puebla, esto por el historial político de Fernández de Cevallos y los grupos a quienes ha abierto las puertas del Partido Acción Nacional.