Gabriel Sánchez / Puebla, Pue.
Quien durante más de 30 años fue arzobispo de Puebla, Rosendo Huesca Pacheco, falleció en la madrugada del sábado en la capital del estado, a consecuencia de causas naturales.
Era arzobispo emérito, pues renunció de acuerdo a lo que establecen las reglas de la Iglesia Católica, al cumplir los 75 años de edad, aunque dicha renuncia fue aceptada por el Papa Juan Pablo II, varios años después, habiendo sido sustituido hace cuatro años, por el actual arzobispo, monseñor Víctor Sánchez Espinosa.
A Monseñor Huesca Pacheco, le tocó una época difícil, pues todavía existían resentimientos, entre amplios sectores de la sociedad poblana, por el enfrentamiento que durante los años sesenta y setenta tuvieron, la Universidad Autónoma de Puebla y sectores de la derecha, que se disputaban el control de la máxima casa de estudios del Estado.
La jerarquía católica, entonces encabezada por el arzobispo Octaviano Márquez y Toríz, estuvo del lado de los empresarios y de los grupos de derecha más recalcitrantes.
Esa lucha desestabilizó políticamente a la entidad y hubo varios cambios de gobernador hasta la llegada del doctor Alfredo Toxqui, que fue quien a base de diálogo y negociación, logró pacificar al estado.
Bajaron las manifestaciones estudiantiles, bajó el tono agresivo de los entonces llamados estudiantes y maestros comunistas, pero la derecha se mantenía soberbia y agresiva con la Universidad, sus estudiantes y maestros.
La llegada al arzobispado de monseñor Huesca Pacheco, después de un breve lapso en que gobernó la arquidiócesis un jerarca católico de fuera, enviado por el Vaticano, constituyó el principio del fin del enfrentamiento.
La acción del nuevo arzobispo, nacido en Oaxaca pero educado en el Seminario Palafoxiano de Puebla y plenamente identificado con la entidad, fue tranquila, buscando un entendimiento entre las partes que tenían años de estar enfrentadas.
Los ultradechistas querían guerra y lanzaban críticas contra el nuevo arzobispo, calificándolo de “tibio”.
Monseñor Huesca no hizo caso de habladurías y continuó trabajando para lograr la terminación del problema.
Había establecido ya relaciones con el gobierno civil y con la propia Universidad, de respeto y de entendimiento y poco después logró vencer las resistencias de los grupos de derecha, que además ya tenían su propia universidad debidamente reconocida por el gobierno.
Desde los años ochenta, las luchas que durante casi dos décadas sostuvieron los grupos conservadores y progresistas y que tanto perjuicio hicieron a Puebla, han cesado por completo, además, a nivel nacional y mundial, ha habido importantes cambios en la mentalidad de los jóvenes de uno y otro bando, que se cree sumamente difícil, que un problema de enfrentamiento tal violento e insensato como el de los años sesenta y setenta, se vuelva a dar.
El doctor Alfredo Toxqui, ex gobernador del Estado y el arzobispo Rosendo Huesca, fueron quienes lograron que la paz volviera al estado, después de dos décadas de enfrentamientos violentos entre dos corrientes ideológicas. Con el diálogo y buena voluntad, lograron lo que ya parecía imposible.
Don Rosendo estaba siendo velado ayer en las instalaciones del Seminario Palafoxiano de Puebla, donde estudió y donde fue maestro. Descanse en paz.